El pasado 19 de mayo fue aprobado el nuevo Reglamento de instalaciones de protección contra incendios que sustituye a la normativa anterior de 1993. Este reglamento será de obligatorio cumplimiento y afecta tanto a instaladores como a propietarios, promotores, ingenieros y mantenedores.
¿Cuáles son sus principales novedades?
Las Normas tanto de diseño de instalaciones, como de fabricación de producto, han sido actualizadas. Hasta el momento las normas que debían de cumplirse de manera obligatoria venían referenciadas con su año de publicación, lo que daba lugar a obviar todas las posteriores actualizaciones. Con la nueva normativa se tendrá en cuenta la Norma en sí; por lo que las sucesivas correcciones o sustituciones deberán ser tenidas en cuenta desde su publicación. Este aspecto debe tenerse en cuenta sobre todo en las funciones desarrolladas por el proyectista, dado que se contemplan nuevas soluciones o productos que afectan a su perfil. Entre las que se encuentra la siguiente exigencia:
“La norma UNE23007-14: 2014 determina que la vida media de los detectores automáticos de incendio en condiciones ambientales normales es de 10 años, transcurridos los cuales debe procederse a su sustitución”. (UNE 23007-14)
Sin embargo, en condiciones ambientales más severas, el tiempo de vida de los detectores se reduce. Este particular queda recogido en el anexo A de la nueva edición de esta norma. Lo que en la norma UNE23007-14: 2009 era una recomendación incluida en un anexo meramente informativo se ha convertido, en la norma del 2014, en un requisito de carácter normativo.
La protección pasiva es la que se ve más reforzada por la nueva normativa, se tiene en consideración y su regularización parece ser similar a las instalaciones de protección activa. Del mismo modo, los protocolos a seguir en el mantenimiento de las instalaciones contra incendios se endurecen y garantizan planes preventivos de mayor calidad que los que hasta ahora contemplaba el antiguo RIPCI.
Con esa nueva regularización se consigue un mayor control y regularización de las instalaciones contra incendio.