Las cámaras de seguridad se utilizan en todo tipo de entornos a veces muy adversos, con condiciones climáticas extremas. Podemos necesitar videovigilancia en un desierto, con temperaturas extremas y viento y polvo constante, o en regiones con fuertes lluvias o en zonas heladas con muy bajas temperaturas. 

El líquido y el polvo son grandes enemigos de los dispositivos electrónicos. Por ello es necesario determinar y probar el grado de protección de los equipos, dependiendo si las vamos a instalar en interior o exterior.   

Las cámaras situadas en interior están menos expuestas, pero es posible que sea necesario  que tengan protección en caso de incendio, por ejemplo, cuando están activados los rociadores antiincendios, e incluso en circunstancias como inundaciones o en instalaciones sumergidas.

Nivel de seguridad IP contra polvo y líquidos  

Las siglas IP vienen acompañadas de dos dígitos, por ejemplo, IP 67. La primera cifra (6), se vincularía con la protección ante la entrada de material sólido mientras que la segunda cifra (7) se refiere al nivel de protección contra la entrada de líquido.

Para determinar el nivel de seguridad IP, las cámaras se someten a diferentes pruebas. Nivel “0” ninguna protección, nivel 1 protección contra partículas de 50 mm de diámetro. A medida que se reduce el tamaño de la partícula,  aumenta el nivel de protección de la carcasa. El rango normalmente va del IP0 hasta el IP6. El nivel de protección IP6 establece que por ninguna circunstancia deben entrar partículas de polvo al dispositivo.

Las pruebas que se realizan para identificar el segundo dígito IP, parten igualmente de un IP00 que significa que no hay protección alguna. La primera prueba IP01, consiste en someter la cámara al impacto de gotas de agua que caen verticalmente (a 200 mm de altura). A medida que se avanza en las pruebas, aumenta la presión del agua y se rota la cámara para exponer todas sus partes y aumentar su vulnerabilidad. Los valores del segundo dígito IP van de 0 a 8. 

En la prueba IPX6, la superficie de la cámara se rocía con 100 l/min de agua durante 3 minutos, aunque la mayoría de los grandes fabricantes amplían estos márgenes de seguridad. Por ejemplo, la cámara podría estar en un barco, siendo golpeada y rociada por las olas del mar.

Para el valor 7, el objeto debe resistir (sin filtración alguna) la inmersión completa a 1 metro durante 30 minutos, y  una cámara con un IP08 se somete a inmersión a mayor profundidad por un período de tiempo prolongado. 

Grado de protección IK frente a impactos mecánicos externos 

Con las siglas IK se designa el estándar que mide el nivel de resistencia ante impactos, energía en joules o julios. Una cámara que tenga por ejemplo un IK06 soporta un impacto de hasta 1 joule, mientras que una cámara que tenga IK10 soporta un máximo de 20 joules. 

1 julio es equivalente a dejar caer un objeto de 500gr desde 30cm.
5 julios es equivalente a dejar caer una bola de acero de 2Kg desde 30cm.

Para las cámaras exteriores (intemperie), la prueba IK10, 20 julios, consiste en lanzar una bola de acero de 5 Kg, desde a una altura de 40 cm. La prueba se realiza en cinco puntos distantes de la superficie expuesta (se incluyen al menos 3 impactos en el lente). 

Esto no solo significa proteger la cámara de martillos o piedras, sino también de esfuerzos más persistentes, como intentar atornillar la carcasa o abrirla con las manos. Muchas cámaras, particularmente las de la variedad domo, se pueden abrir fácilmente con solo las manos si no están protegidas por IK. La protección IK, entonces, no es solo resistencia a la fuerza bruta. No todos los impactos provienen de intenciones criminales: escombros, la rama de un árbol, tormentas, viento...